¡Ya estás en la recta final! Si de manera natural no has dado a luz a las 42 semanas de gestación tu médico te inducirá el parto en ésta semana. Los chequeos del ritmo cardiaco son cada vez más frecuentes e importantes, pues la morbimortalidad fetal va en aumento día a día en esta semana. El líquido amniótico continúa descendiendo en volumen, por lo que ya tu útero no es un entorno ideal para que viva el bebé, sino fuera de él, entre tus brazos y su cunita, que con tanta ilusión has preparado en compañía de tus seres queridos.
Información y consejos en las 42 semanas de embarazo
Es recomendable que descanses y te mantengas en una posición cómoda para ti, tu espalda y el bebé, que ya tiene cada vez menos espacio. Los bebés que nacen a las 42 semanas de embarazo tienden a ser más grandes en talla y peso que los nacidos entre las 36 y las 41 semanas de gestación, alanzando unos 4 ó 4 kilos 3oo gramos y una talla que supera los 50 centímetros hasta los 54.
Si ya has tenido bebés, los embarazos posteriores tienden a ser prolongados, mientras que en el caso de las primerizas, los bebés tienden a nacer entre las 36 y 38 semanas de gestación.
Desarrollo del feto
En la semana 42 ya no hay desarrollos esenciales en el cuerpo del bebé, sino una activación de todos los reflejos que ejercitó durante todo el periodo de gestación a la espera de su nacimiento. Como el líquido amniótico ha disminuido cada vez más en volumen y la vermix caseosa ya ha desaparecido casi en su totalidad, los bebés que nacen en ésta semana tienden a tener la piel reseca, por lo que necesitará que le coloques aceites esenciales durante los primeros días de nacido. Existen muchas marcas de productos infantiles que pueden proporcionarte una alternativa, pero es mejor elegir un aceite natural de almendras que hidrata profundamente la piel y no contiene químicos a los que pudiera resultar alérgico tu hijo.
El bebé puede disminuir sus movimientos por no contar con espacio suficiente para ello; debes estar muy atenta a la disminución de movimientos y llamar de inmediato al médico si sientes que mientras pasa el tiempo va disminuyendo el movimiento del bebé, pues podría ser signo de falta de nutrientes, disminución del ritmo cardiaco o que se esté ahorcando con su cordón umbilical. Ésta etapa del embarazo es tan crucial como las primeras por las que pasaste de manera excelente.
Los cambios en el cuerpo de la madre
Es probable que aún aumentes un poco más de peso, no solo por los gramos que gana el bebé sino por la retención de líquido que debes tener. Como la vejiga se llena de muy poca orina, el líquido que debes excretar se queda en tu sistema linfático; sin embargo, éste será eliminado apenas des a luz a tu bebé. Te parecerá extraño, pero te pasará ahora todo lo contrario: transcurrirán las horas y no querrás ir al baño, pero en lo que en verdad sientas ganas de orinar, tu vejiga seguramente se habrá expandido mucho y excretarás una gran cantidad de líquido.
También puede aumentar tu presión sanguínea, ya sea por el estrés como por el peso que soportas. El médico seguramente te pedirá en ésta semana que vayas a realizarte un control de la presión a diario para llevar un estricto control que le permita actuar ante una elevación de éstos niveles. Puede ser que te realicen una cesárea para dar fin al embarazo y que tu bebé quede fuera de peligro.
Riesgos en la 42° semana de embarazo
El mayor riesgo a las 42 semanas de embarazo es que se produzca muerte fetal. Por ello la inducción del parto es esencial. Los motivos que pueden provocar la muerte del bebé son:
- Ahogo con el cordón umbilical: los bebés juegan desde el segundo trimestre del embarazo ya sea con sus pies, sus manos, los dedos y el cordón umbilical. Pasa con mucha frecuencia que durante el periodo de gestación el bebé se coloque el cordón como una corbata alrededor del cuello, pero sin enrollárselo. Pero hacia las últimas semanas, darse más vueltas con el cordón, puede ocasionar un problema serio, ahogando al bebé. En estos casos, cuando se detecta la situación, se procede casi inmediatamente a realizar una cesárea, pues el parto natural puede provocar una verdadera horca que acabe con la vida del feto.
- Aspiración del meconio: a medida que van pasando las diferentes etapas del embarazo, se forma el aparato digestivo, y conforme el feto consume el líquido amniótico, éste es excretado en forma de orina o se va generando una masa en los intestinos llamada meconio. En el meconio se encuentran también células que no se utilizaron durante el crecimiento del feto, convirtiéndose en una sustancia pegajosa y oscura que se ve en el primer cambio de pañal del bebé. A medida que avanzan los días de la semana 42, aumentan las probabilidades de que los intestinos entre en funcionamiento y expulsen el meconio al líquido amniótico, o que haría correr una gran riesgo al feto, ya que al tragarlo le provocará una infección o una inflamación de sus pulmones.
- Síndrome de posmadurez: es una condición que no acaba con la vida del bebé, pero que sí lo afecta, pues la placenta ya no lleva a cabo sus funciones correctamente, lo que ocasionará la resequedad en la piel del bebé, pelo y uñas muy largas y un cuerpo largo y muy delgado.
El bebé ya está por encontrarse en tus brazos
Una vez que comiencen las contracciones, el bebé hará un viaje increíble desde el entorno que siempre conoció hacia un ambiente totalmente diferente. Los huesos de su cráneo aún no se han soldado entre sí para brindarle la flexibilidad necesaria que le permita salir por el conducto vaginal.
En el parto a las 42 semanas de gestación lo primero que saldrá de tu cuerpo será la cabeza del bebé, luego sus hombros y más atrás, el resto de su cuerpo. Las enfermeras te pasarán a tu bebé y comenzará ahora una nueva aventura que le dará plenitud a tus días.
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